En México, millones de mujeres que desean retomar su vida laboral se enfrentan a un panorama complejo. Más allá de la voluntad o la preparación académica, existen barreras estructurales que limitan sus posibilidades de desarrollo profesional y económico.
Uno de los principales obstáculos es la carga de trabajo no remunerado, ya que las mujeres dedican en promedio 40 horas semanales a tareas del hogar y al cuidado de familiares, lo que limita significativamente su disponibilidad para empleos remunerados (IMCO). A esto se suma que más del 54% de las mujeres que trabajan lo hacen en la informalidad, lo que implica ausencia de seguridad social, acceso limitado a prestaciones y mayor vulnerabilidad económica.
Además, la necesidad de flexibilidad laboral se vuelve una condición clave: el 27% de las mujeres mexicanas la prioriza al buscar empleo, porcentaje que se eleva al 43% entre madres, lo que refleja la urgencia de encontrar esquemas laborales que les permitan equilibrar responsabilidades familiares y profesionales (IMCO).
Otra barrera significativa es la brecha digital. La falta de acceso a tecnologías de la información y la escasa capacitación en herramientas digitales impiden a muchas mujeres acceder a empleos con mayor valor agregado, sobre todo en un mercado laboral que exige cada vez más habilidades digitales.
Por si fuera poco, persisten estereotipos y sesgos de género que condicionan la contratación, la promoción y el desarrollo profesional, especialmente en sectores tradicionalmente masculinizados.
Frente a esta realidad, es urgente impulsar modelos educativos que respondan a las necesidades de quienes buscan reincorporarse al mundo laboral sin renunciar a su vida personal.
Existe la posibilidad de formarse en un área creativa y con gran demanda, todo desde cualquier lugar y organizando los tiempos de manera personal. En este contexto, la Escuela Madrileña de Decoración desarrolló una propuesta flexible: su Diplomado en Decoración e Interiorismo 3D + IA.
Se trata de diplomados y cursos especializados, cien por ciento en línea, diseñados para que los estudiantes adquieran no solo la teoría, sino que también desarrollen habilidades prácticas a través de proyectos reales, siempre con la guía de profesionales activos en el sector. La meta es clara: convertir una pasión, quizás latente, en una carrera sólida y con futuro.
“Hoy más que nunca, es fundamental ofrecer alternativas reales para que las mujeres puedan reincorporarse al mercado laboral sin tener que elegir entre su desarrollo profesional y su vida personal. Por ejemplo, nuestro Diplomado fue creado con ese propósito: brindar formación de calidad, flexible y accesible, que les permita transformar su talento en una nueva oportunidad de vida,” señala Alberto Sanz, director del Curso en IA de la Escuela Madrileña de Decoración.
Este tipo de programas, que además suelen contar con reconocimientos internacionales que avalan su calidad y conectan a los participantes con una red de colegas y exalumnos de diferentes partes del mundo, son mucho más que un simple curso. Representan una verdadera plataforma para la reinvención, tanto personal como laboral.
Porque cuando la educación se adapta a las necesidades individuales, es práctica e impulsa con un enfoque humano, se convierte en el primer gran paso para cambiar de rumbo y construir esa carrera con propósito que tantas personas anhelan.

