La seguridad pública en la capital mexicana enfrenta múltiples desafíos, en medio de un entorno marcado por fallas técnicas, posibles actos de corrupción e ineficiencias. La principal apuesta para revertir esta situación recae en la tecnología. Sin embargo, su éxito dependerá de su mantenimiento, actualización continua y del capital humano involucrado.

Tecnología y videovigilancia: un pilar indispensable

En entrevista para Al Día Informa, El Ingeniero Mario Salomón, Country Manager de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial subrayó que la tecnología es “una de las herramientas más eficientes para lograr mayor eficacia en seguridad”. Esta debe estar respaldada por equipo moderno, condiciones óptimas y, sobre todo, personal bien capacitado. Resaltó igualmente que “el mantenimiento es súper importante” para preservar su funcionalidad.

Presupuesto aprobado, pero ¿suficiente?

Actualmente, hay un presupuesto aprobado para la actualización de cámaras, aunque no se mencionó una cifra exacta. Aun así, se reconoce que ese fondo es clave para que la infraestructura tecnológica no sea rebasada por la delincuencia organizada, la cual —con mejores herramientas— podría mantenerse un paso adelante.

Propuesta de colaboración público-privada

En cuanto a propuestas, se plantea un modelo de colaboración entre el Centro de Comando (C5) y empresas privadas de seguridad. El ingeniero Salomón detalla:

  • Las empresas podrían ofrecer soporte sin estar conectadas directamente al C5.
  • En caso de emergencia, estarían dispuestas a compartir información —como transmisión en tiempo real— para reforzar la respuesta.
  • Este esquema permitiría complementar la vigilancia pública con tecnología privada, beneficiando a los más de mil clientes con los que cuenta el sector privado.

El gran reto: narco, extorsión y seguridad permeada.

Cuando se indaga sobre el principal desafío frente al narcotráfico y la extorsión, el ingeniero enfatiza que la tecnología puede servir tanto para bien como para mal. Advierte:

“El gobierno debe contar con la tecnología más avanzada para no ser rebasado por la delincuencia organizada. De lo contrario, la delincuencia tendrá mejores armas que el gobierno», dijo Salomón.

Esto implica una obligación de actualización constante, atención a las nuevas tecnologías y una conjunción efectiva entre equipo, personal y procesos que permitan obtener resultados sólidos.

La tecnología es una herramienta poderosa para fortalecer la seguridad pública en la Ciudad de México, pero solo será efectiva si se actualiza, mantiene y opera con personal capacitado. La alianza con empresas de seguridad privada puede reforzar el sistema, siempre que se garantice un marco claro de colaboración. Finalmente, el enemigo está mejor equipado y solo una inversión tecnológica estratégica y continua puede equilibrar la balanza.