Cada 3 de diciembre, el mundo conmemora el Día Internacional de las personas con discapacidad, una fecha instaurada por Naciones Unidas en 1992 con la misión de visibilizar retos, avances y oportunidades en materia de inclusión, accesibilidad y derechos fundamentales para quienes viven con alguna discapacidad.

Hoy, más de 1 300 millones de personas, equivalente al 16 % de la población mundial, experimentan una discapacidad significativa, según estimaciones recientes de organismos internacionales. Eso significa que, en promedio, una de cada seis personas en el mundo convive con alguna limitación física, sensorial, intelectual o de otro tipo. (ONU)

Este dato revela una realidad incontestable: la discapacidad no es marginal, sino parte integral de la vida de millones. Aun así y a pesar de los avances en derechos, normativa e infraestructura en muchos países, las barreras de acceso siguen siendo una realidad cotidiana: desde obstáculos arquitectónicos y de transporte, hasta prejuicios sociales, desigualdades en salud y oportunidades limitadas en empleo, educación o deporte.

Para quienes tienen discapacidad, las inequidades en salud se traducen en una mayor vulnerabilidad: la mortalidad prematura, la presencia elevada de enfermedades crónicas y dificultades en el acceso a servicios de salud son consistentemente mayores que en personas sin discapacidad.

En este contexto, el ejercicio físico y el deporte, cuando se hacen con respeto, adaptaciones adecuadas y un enfoque inclusivo, pueden convertirse en herramientas poderosas de bienestar, independencia, autoestima y participación social. No obstante, estudios recientes muestran que niños, jóvenes y adultos con discapacidad realizan, en promedio, mucho menos actividad física habitual que sus pares sin discapacidad, y permanecen más tiempo en estilos de vida sedentarios.

Por ello, el reto social cobra aún más relevancia: no se trata solo de reconocer derechos, sino de transformar espacios, políticas, actitudes y servicios para asegurar que todas las personas, sin importar su condición, tengan igualdad real de oportunidades para moverse, ejercitarse, convivir, desarrollarse y ser visibles.

El Día Internacional de las Personas con Discapacidad es una llamada colectiva para reflexionar sobre lo lejos que estamos y lo lejos que falta por avanzar. Es momento de poner en primer plano la accesibilidad, la inclusión, el respeto y la dignidad. Es una invitación a cuestionar barreras, adoptar una mirada horizontal, reconocer capacidades y transformar entornos con políticas, infraestructura, sensibilidad social y compromiso comunitario.

En ese espíritu, marcas, organizaciones y empresas tienen una responsabilidad clave: no basta con declaraciones simbólicas. Se requieren acciones concretas, tangibles, sostenidas en el tiempo. Es por eso que hoy celebramos que Sports World entiende la importancia de este reto. Con una visión de bienestar integral que trasciende lo físico, Sports World reafirma su compromiso con la accesibilidad real, la inclusión activa y el derecho universal al ejercicio.

Al sumarse a esta causa, Sports World se compromete a ofrecer espacios adaptados, entrenamiento especializado, acompañamiento sensible y entornos seguros para quienes viven con discapacidad, para que el movimiento, el cuidado del cuerpo y la salud emocional no sean un privilegio, sino un derecho. Este compromiso también se refleja en iniciativas como la colaboración con la fundación Achilles, gracias a la cual contamos con atletas becados que forman parte activa de nuestra comunidad. Porque “el movimiento” no debe tener barreras: debe estar al alcance de todos.

En este 3 de diciembre invitamos a la sociedad a unirse al llamado: informarnos, sensibilizarnos, exigir accesibilidad, apoyar la inclusión, derribar prejuicios y construir espacios de bienestar verdaderamente para todos. Porque cuando el ejercicio, la comunidad y la empatía caminan juntos, crecemos como sociedad.