Este año, el Hotel Marquis Reforma, uno de los íconos más emblemáticos del lujo contemporáneo en la ciudad de México, reescribió la tradición del Encendido del Árbol con una propuesta que une tres elementos esenciales del mundo actual: bienestar, estética y comunidad.

Más de 50 invitados ocuparon el motor lobby del hotel vestidos en tonos navideños, creando un paisaje humano lleno de energía y modernidad. El ambiente parecía una escena cinematográfica: música elevada, luces que anticipaban un gran momento y un espíritu colectivo que, entre movimiento y alegría, recordó que la salud y el bienestar son el verdadero lujo que acompaña tanto el cierre como el inicio de cada ciclo.

En el centro de esta narrativa estuvo la fuerza magnética de Rebeca Sutton, una de las top fitness trainers de México, quien dirigió un Christmas Special que trascendió lo deportivo. Fue una especie de performance energético: estilizado, chic, perfectamente alineado con una visión de wellness sofisticada que, hoy, define el estilo de vida de una nueva generación.

A su lado, la elegancia institucional de Angélica Villalobos, Directora General del hotel, guió uno de los momentos más emblemáticos de la noche. Juntas encabezaron el conteo que iluminó el majestuoso árbol navideño del hotel. El instante, casi coreografiado por el destino, fue un auténtico wow moment: luces encendidas, suspiros colectivos, teléfonos elevados al cielo y una atmósfera que rozaba lo etéreo.

Una experiencia navideña elevada al lenguaje del lifestyle
El Hotel Marquis Reforma no solo encendió un árbol: encendió una nueva forma de vivir diciembre en la ciudad.

Sus espacios gastronómicos, cada uno con personalidad propia, se convirtieron en los escenarios perfectos para la temporada:

Heritage Bistro Bar: Un discurso culinario que combina la sofisticación europea con acentos mexicanos. Su Nigiri Room, que honra productos marinos y terrestres sustentables, es una oda a la artesanía gastronómica
contemporánea.

Este año, Heritage presenta cenas especiales de Navidad y Fin de Año, concebidas como experiencias sensoriales que celebran el origen y la técnica.

Los Canarios: Un abrazo a la memoria culinaria mexicana reinterpretada con un giro contemporáneo. Su cena de Fin de Año es un homenaje al país, sabores tradicionales elevados desde la artesanía hasta la vanguardia.

Terraza Santino: La Toscana y el Mediterráneo reinterpretados en clave urbana. Un refugio gastronómico para quienes encuentran la belleza en lo simple: panes tibios, hierbas frescas, aceite de oliva que brilla bajo la luz cálida y una conversación que fluye sin prisa.

El verdadero lujo: regalar bienestar
En tiempos donde el mundo busca respirar mejor, el Spa Marquis emerge como un santuario.

Considerado el spa más grande de la Ciudad de México, combina masajes profundamente restaurativos, jacuzzi, circuito de hidroterapia, piscina cubierta climatizada, aromas cálidos y tratamientos que equilibran cuerpo, mente y espíritu.

Durante esta temporada, el spa se convierte en el obsequio perfecto: un gesto de elegancia, cuidado y amor propio.

Una Navidad que deja huella

Así, el Hotel Marquis Reforma vuelve a demostrar que la sofisticación no está en lo ostentoso, sino en lo que se siente: en la energía de un espacio lleno de movimiento, en la estética de un ritual reinventado, en la calidez de compartir un instante que dura para siempre.